jueves, 18 de diciembre de 2014

AbriendoIdeas "Vivos se los llevaron, vivos los queremos"

¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!

Por Gustavo Eduardo Rosatto

El pasado sábado 13 de diciembre se desarrolló en el marco del espacio La Casona Iluminada “YA ME CANSÉ. ACCIÓN POR LOS 43”, una jornada artística por la desaparición de los estudiantes mexicanos.


Desde el 26 de septiembre  de este año, 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa permanecen desaparecidos tras ser detenidos por la policía municipal de la ciudad de Iguala, en el estado de Guerrero, México. Una noticia que ha circulado a lo largo del mundo despertando indignación y la movilización de distintos sectores del pueblo mexicano reclamando la aparición con vida de los estudiantes.

En Buenos Aires se ha desarrollado el pasado sábado una jornada artística por la desaparición de estos estudiantes. Una acción interesante, reflexiva y  necesaria que funcionó como llamado de atención pero también como espacio de debate. Una jornada donde se combinaron espacios de charlas, entrevistas y performances de distintos artistas llevados adelante por la Maestría en Teatro y Artes Performáticas de la Universidad Nacional de las Artes, la Asamblea de Mexicanos en Argentina, la Compañía de Funciones Patrióticas, el Combinado Argentino de Danza,  Umbral espacio de arte y La Casona Iluminada que fue sede del evento.   

JORNADA ARTÍSTICA “YA ME CANSÉ. ACCIÓN POR LOS 43”.


La jornada comenzó con una entrevista al artista mexicano Hugo Pérez Gallegos, cuyo trabajo se vincula profundamente al arte político y que permitió abrir el conocimiento no sólo a su obra, sino también a distintas situaciones y conflictos que se desarrollaron en México en los últimos años vinculados a choques entre el pueblo, la policía y el Estado y a la violencia creciente en el país.

En paralelo se proyectaron distintos videos relacionados al suceso específico de Ayotzinapa como “Recopilación de la historia de Ayotzinapa” y “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”  de Juan de Dios Ramos y “Combinado Argentino de Danza por los 43”, por el Combinado Argentino de Danza con dirección de Andrea Servera y edición de Agustín Franzoni. También se presentó un espacio llamado “MÉXICO POR MEXICANOS” con testimonios cara a cara respecto a los conflictos sucedidos en México.  Asimismo se desarrolló un espacio participativo, para abrir la reflexión bajo el nombre de “YA ME CANSÉ” diseñado por María Paula Doberti.

Además se presentó una interesantísima performance llamada “DESAPARICIONES”, realizado con la plataforma  digital de código fuente abierto Moldeo con la dirección de Fiorella Cominetti y Martín Seijo. Una obra que emulaba simbólicamente un interrogatorio hacia los distintos espectadores que iban participando de la performance con una fuerte e impactante carga visual. Una experiencia que condensó en pocos minutos una impresionante reflexión sobre estos crímenes que se desarrollan y permanecen en la oscuridad.

La Jornada incluyó también la presentación de la obra de Teatro miniatura “TEZCATLIPOCA BLUES”, creada e interpretada por José María Seoane en base a poemas del autor Xhevdet Bajraj, un escritor albanés refugiado en México debido a una persecución étnica producida en su país natal entonces conocido como Yugoslavia, que logró capturar distintos componentes de la esencia mexicana en su prosa. 

En referencia a la obra en sí,  se trata de una pieza con un diseño visual y artístico de gran calidad que puede ser enmarcada dentro del teatro de objetos. En ella se contempla e integra una serie de mecanismos ingeniosos y extraordinarios, condensando toda la acción en un pequeño escenario y en los distintos objetos y maquetas que el intérprete va colocando allí. Una obra que se compone de pequeños gestos y objetos, con grandes significados que se entrelazan, cruzan y desarrollan entre el surrealismo y una estética caótica y urbana compuesta a partir de objetos reciclados que adquieren en la obra un nuevo valor.  La presencia de distintos juegos de luces y sombras así como la utilización de distintos focos o fuentes de luminosidad son un factor fundamental que conjuga, potencia, resalta y articula los distintos retazos de poemas que forman la obra.


La jornada finalizó con una entrevista a Horacio Banega, doctor en Filosofía, dramaturgo y director teatral, entrevistado por María Emilia Franchignoni, actriz, performer e investigadora, evaluando y considerando distintos aspectos del terrible suceso de la desaparición de estos estudiantes.

REFLEXIONES

Ayotzinapa es la huella que no se debe dejar, es otra herida, otro coagulo en las venas de América Latina.  Una historia de violencia y desigualdad que lamentablemente se repite y  a la que se le grita con voz encarnizada una vez que todo ha sucedido.  Es resultado de atrocidades que parecen increíbles que consideramos haber superado, y ante la pasividad y el miedo, vuelven a repetirse, cuando se guarda la memoria en un rincón del olvido.

Es preciso entonces considerar la memoria no como recuerdos borrosos de un pasado, sino que la memoria se construya, se ejerza y se defienda. Pensar que el “ya me cansé”, el “nunca más” o el “no más”, no es únicamente símbolo, sino también acción, conciencia y participación.

Dejar esa pasividad utilitaria para el sistema y ejercer la ciudadanía en la participación, en defender y cuidar nuestros derechos, nuestras naciones para que esos gritos sean efecto, acción y no reacción frente a las injusticias.  


Comentando esta jornada artística con distintas personas me preguntaban ¿para qué sirve hacer eso? ¿Qué sentido tiene?, casi como un derivado del sentido común ¿para qué sirve el arte? Yo pensé y respondí: para despertar, para concientizar, para difundir, para debatir, para poder cerrar las heridas, para aprender, para no olvidar o tal vez sólo para disparar estas reflexiones como las que fueron apareciendo en mi mente al recorrer las distintas actividades de esta jornada. Una jornada interesante y fundamentalmente necesaria como ejercicio de memoria y participación colectiva. 

                         ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!

miércoles, 10 de diciembre de 2014

AbriendoIdeas Música Bonga

Bonga: El reconocimiento esta después!

Por Nazareno Roviello 

Reseña sobre el concierto brindado el 22 de noviembre en La Trastienda por el artista angoleño Bonga, representante de los movimientos independentistas en su país, poseedor de una lírica política comprometida y gran exponente de la cultura Africana.


El artista angoleño Bonga a sus 71 años y luego de vivir la mayoría de su vida en el exilio, comienza a recibir el reconocimiento que merece por su trayectoria como músico e icono de la lucha independentista  Angoleña y también África entera. Este reconocimiento impulsó nuevos desafíos en la ya extensa carrera del compositor,  así fue que por primera vez visito esta parte de Sudamérica para hacer una gira por Argentina y Uruguay.

En ese extenso viaje donde viajó por mares repletos de infinitos desafíos y también únicas oportunidades como compartir una canción con la referente Cesária Évora y la reciente publicación de un libro en Italia sobre su vida, Bonga desembarcó en el Río de la Plata para ganarse el corazón de su gente aquí.

El 22 de Noviembre, una cálida noche de sábado, con la presencia de muchos afro descendientes de Angola, Senegal, ciudadanos de Cabo Verde y  otras comunidades se dieron cita para conocer a uno de los músicos más representativos de la cultura africana y disfrutar de su show.

Con toda la oscuridad posada sobre el escenario poco a poco fueron saliendo los músicos para comenzar con su show, el ritmo se poso sobre la calle Balcarce en San Telmo, y esa mezcla misma del barrio, entre tambores de candombe y sambas brasileras, la música sonó. Bonga salió al escenario y automáticamente la gente ya aplaudía, toda una lejanía cercana, extraño poder realizar en palabras lo que esa persona representaba para su público, que no era un público cualquiera, a todos nos arrancaron de un lugar para llevarnos sin preguntar a algún otro nuevo mundo y ese día, coincidimos todos ahí.
 

Bonga en sus primeras canciones parecía tímido fueron 3 seguidas sin decir palabra, luego abrió realmente la noche, y empezó a contar historias, cuentos,pudo reírse y bailar con la gente,  supo cómo ganarse a su público, y hasta dio mensajes políticos claros y pacíficos como los que lo han llevado a convertirse en ese icono angoleño. 

Los ritmos iban pasando, cada letra remitía a una época a una lucha o a un amor, la gente entre admirada y extasiada por los ritmos africanos que son imposibles de no bailar se fue dejando llevar por lo pasaba arriba del escenario. Toco sus hits que no podían faltar en su primera visita a la argentina como “Kambua “o Sodade”,   mezclando alegría con nostalgia toda la gente se abrió a la pista de bailar y esa noche La Trastienda evocó por completo un sentir  angoleño,  epicentro de la independencia y alegría de color. 

Con su voz privilegiada, sus ritmos típicos bailables y sus letras épicas, Bonga no hizo más que corporizar lo que hasta ese momento era un mito para todas las personas que no  lo conocíamos.

Casi yéndose la noche, algo mas mágico ocurrió, dos señoritas se subieron al escenario y le entregaron a “Bonga” la placa de ciudadano ilustre, un trabajo que habían realizado sus conciudadanos que lo admiran y respetan que lo esperaban acá con tamaña sorpresa para todos.

Esa noche se corporizó el mito, Bonga hizo todo lo que tenía que hacer, cantó todo, dijo todo, hizo que todos bailaran, contó mucho y con humildad, toda una vida de trayectoria, Bonga paso por argentina mostrándonos porque su música y vida, lo convirtieron en uno de los iconos más importantes de la lucha independentista angoleña.