martes, 7 de agosto de 2012


AbriendoIdeas Libros


Como he mencionado alguna vez tengo una gran admiración por la literatura fantástica, en estos momentos estoy muy compenetrado con la Saga "Canción de Hielo y Fuego" libros en los que se basa la serie Game of Thrones, a la que ya he hecho referencia.


Les recomiendo mucho tanto el libro cómo la serie, ya que le aportan al género fantástico una complejidad argumental y a nivel personajes, construyendo una historia única que genera en el lector y en el espectador una evocación de múltiples emociones.


Sin embargo quería compartir una entrevista realizada por Revista Ñ con su escritor George R.R. Martin, donde se habla en principio de su vida, pero sobre todo del oficio de escribir, de la fantasía como género literario y deja muchos conceptos apreciables para el lector y los potenciales escritores.


George R.R. Martin: 

“En una saga como Juego de Tronos el final es clave para no defraudar”



En el 2011 George R.R. Martin fue nombrado por Time magazine una de las 100 personas más influyentes del mundo. Esto se debe a la serie de novelas, del género de fantasía, llamada “Canto de hielo y fuego” que va por su quita entrega (de siete). Por otro lado esta saga ha sido adoptada en una miniserie por HBO que ha tenido un extraordinario éxito y ha levantado el perfil de Martin a un nivel más masivo. Es considerado un el heredero de Tolkien por su masivo mundo medieval. Pero a diferencia de Tolkien hay sexo, violencia y mucho más crudeza.
POR ANDRÉS HAX - ahax@clarin.com




Fantasía. George Martin se inspira en relatos de juglares y libros de historia: “A veces las cosas que pasaron son más extrañas que las que imagino”, dice.



Cuando George R.R. Martin era niño vivía en una pequeña ciudad de Nueva Jersey llamada Bayonne, que se sitúa sobre una península a pocos kilómetros de Manhattan. Era tan pobre que su mundo se circunscribía a un territorio de sólo cinco cuadras. En un límite de ese territorio estaba su habitación y en el otro, su escuela. Pero desde la ventana de esa habitación podía ver barcos de todo el mundo llegar a los puertos de Nueva York. Con una enciclopedia de banderas, averiguaba de dónde venían las naves y así se imaginaba el mundo. Ahora, años después, Martin es el creador de un mundo medieval, fantástico y colosal que tiene desvelados a millones de lectores y televidentes. La saga que comenzó con la novela Juego de tronos (1996) ya va por su quinta entrega,Danza de dragones (2011). Cada libro pasa de las mil páginas y, como se supo desde el principio, en total serán siete. Simultáneamente, desde el año pasado, la saga –en su conjunto llamada Canción de hielo y fuego – también existe en la televisión en una superproducción de HBO.


 La trama trata del conflicto de poder entre siete reinados en los continentes ficticios de Westeros y Essos. Está relatada desde la perspectiva de múltiples personajes, la estructura narrativa es compleja y profunda. Hay batallas, intriga política, sexo, violencia y paisajes de belleza y de espanto. A diferencia de otros casos, en éste no es frívolo comparar la obra literaria con la televisiva porque Martin está íntimamente involucrado con la producción de la serie. Es su mundo. Este mundo tiene una deuda directa con El señor de los anillos . Martin reconoce que todos los autores de fantasía trabajan a partir de la obra de Tolkien. Pero es diplomático al decirlo. Comparada con su serie, El señor de los anillos parece un empalagoso cuento para niños ingenuos.


Canción de hielo y fuego es fantasía avanzada. Hablamos con Martin por teléfono. Se encontraba en un festival de fantasía en la ciudad española de Avilés, muy lejos de Bayonne, su Nueva Jersey de la infancia.

-Se cuenta que una imagen de siete lobos cachorros fue lo que desató todo este mundo suyo. ¿Por qué esa?

–No tengo una respuesta. Fue muy vívido. Fue como si de golpe el capítulo entero estuviera allí delante de mí. Pude ver los detalles. En ese momento estaba trabajando en una novela de ciencia ficción que había estado planificando mucho tiempo. Pero supe que este capítulo que me había llegado como una visión no era parte de eso. Entonces dejé ese libro a un lado y escribí el capítulo. Al terminarlo supe cuál tenía que ser el capítulo siguiente, y así. Nunca retomé la novela de ciencia ficción.

–Me parece que la ciencia ficción y la fantasía, como géneros, tienen la obligación de ser muy entretenidos. ¿Estoy equivocado?


–No. Mucho de eso tiene raíces históricas que datan de hace más de cien años, desde el debate entre Robert Louis Stevenson y Henry James sobre cuál era la temática correcta para una novela. En la mente de la mayoría del mundo literario, Henry James ganó ese debate. Ganó el realismo, con énfasis en retratos psicológicos sobre gente en el mundo real y todo eso. Todo lo que es aventura y valentía –la tradición en la cual estaba Stevenson– se dejó a un lado para los niños. Hay que decir que la audiencia se fue con Stevenson, no con James, que aún en vida vendía muy mal. Su trabajo era difícil y aburrido. Mientras Stevenson escribía cuentos sobre piratas, Doctor Jekyll y el Señor Hyde y cosas así, James escribía sobre parientes que discutían en casas llenas de muebles.


–¿Y esas dos tradiciones se podrán unir?


–Tengo esperanzas de que esa brecha esté empezando a cerrarse. Ves eso en un escritor como Michael Chabon, ganador de un Pulitzer, un escritor literario, pero también uno que escribe ciencia ficción y fantasía. El, y otros como él, están cerrando esta brecha que, para mí, fue un error desde el inicio. Antes de eso cada uno escribía sus historias y si era literatura o no, dependía de cuán bueno era, no de si era realista o no.


–¿En que libros se apoya para armar su mundo? 


–Hay cosas muy específicas, como libros sobre historia de juglares y saltimbanquis; o sobre torneos medievales y sus reglas. Pero también tengo muchas historias medievales generales que son grandes fuentes de inspiración. Hay cosas que no podés inventar. Las cosas que pasaron en el mundo real son más extrañas que lo que cualquier escritor pueda imaginar.

-En cuanto a la trama, las múltiples tramas por resolver... ¿Se ha metido en un lío parecido a los creadores de Lost? 


–De algún modo, todas series largas e intrincadas llegan a esa situación. Y el final es clave para no defraudar a los lectores.

-Los lectores de la saga que ahora ven la serie deben combinar los mundos que habían construido en su imaginación con lo que ven en televisión. ¿A usted le pasa?


-No. Yo he vivido con estos personajes desde 1991 y mis imágenes mentales están muy arraigadas en mi conciencia. Hace falta algo más que una serie de televisión de dos años para cambiar eso.


-¿Qué les sugiere a quienes quieren ser escritores?

–Si están escribiendo ciencia ficción y fantasía, les digo que empiecen con cuentos. Conozco demasiados escritores jóvenes, tal vez influidos por mis propios libros o por otros parecidos, que intentan lanzarse a los 16 años con una fantasía épica de siete libros. Eso es una locura. Yo empecé escribiendo cuentos. Pasaron años antes de mi primera novela. Entonces: escriban un cuento, véndanlo a una revista, vayan construyéndose un nombre y sólo entonces intenten su primera novela.

–¿Qué significa la tortuga que suele llevar en su gorra?


–Cuando era chico vivíamos en casas del Estado para gente de bajos ingresos, y no nos permitían tener perros ni gatos. Como mascotas, sólo podíamos tener tortugas, y yo tenía como media docena de esas chiquitas que compraba en un almacén. Las guardaba en un castillo de juguete que estaba sobre una mesa de mi cuarto. El primer cuento de fantasía que escribí era sobre ellas. Las tortugas eran reyes y caballeros. Así comencé.

-¿Le dará tristeza terminar la saga?


-Creo que sí, he estado con estas personas tanto tiempo que será muy difícil despedirme.


(publicada originalmente en Clarín, el 29 de julio, 2012)



No hay comentarios:

Publicar un comentario